Se trata de huevos de pato conservados, que tardan de uno a seis meses en madurar y se conservan aproximadamente durante un año. Los chinos los llamas "pidan", que significa "huevos recubiertos", y tienen un llamativo aspecto decrépito, con la cáscara rodeada por una costra de barro y la clara con aspecto de jalea parda transparente. La yema es semisólida y oscura, con un tono gris verdoso. El sabor es salado y con acentos sulfurosos y amoniacales.
Se preparan con sal y con un material muy alcalino, como ceniza de leña, cal o lejía. A veces se añade té
Poned cosas interesantes y si os gusta el blog o la entrada en especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario